27 operaciones después…
La vida es complicada y todos
tenemos problemas, pero a veces somos demasiado egoístas. Si estás leyendo esto
es que tienes un nivel de vida estable y hasta gozas de bastantes lujos. Ahora párate
a pensar en lo afortunado que eres. Piensa que hay gente pasándolo mucho peor.
Y ya no hablo sobre el problema que se trata en esta película, sino que esta
reflexión vale para el resto de los problemas que hay en el mundo. Dejemos de
mirarnos el ombligo, seamos más solidarios, empáticos y tolerantes y ayudemos a
construir un mundo mejor. ¿A qué viene todo este rollo? Viene a qué hoy
hablaremos de una película preciosa que tiene un gran mensaje que transmitir,
sobre todo a los más pequeños. Pero te aseguro que tanto niños como mayores
debemos de aprender de “Wonder”. Entrañable filme, con unas carismáticas
actuaciones, una gran dirección y una calidad artística considerable. ¡Allá
vamos!
Auggie Pullman (Jacob Tremblay)
es un niño muy singular. Nació con una malformación en la cara y ha pasado toda
su vida vagando de hospital en hospital, de cirugía en cirugía. Aunque su
apariencia es bastante particular, Auggie es un niño como otro cualquiera. Sin
embargo, posee una gran inteligencia y un gran corazón. Ahora, con diez años se
enfrenta al mayor reto de toda su vida, ir a la escuela. Auggie tratará de
superarse a sí mismo y luchar por encajar entre sus compañeros de clase, que no
se lo pondrán nada fácil. En este duro camino le acompañarán sus padres, Isabel
(Julia Roberts) y Nate (Owel Wilson), y su hermana, Olivia (Izabela Vidovic).
En primer lugar, hay que destacar
las actuaciones de los actores principales. Tanto Julia Roberts como Owel
Wilson nos brindan una puesta en escena de gran calidad, sin embargo hay que
hacer mención especial al verdadero protagonista, Jacob Tremblay. Su actuación
es genial y tener que trabajar con todas esas prótesis y ese maquillaje en la
cara no es tarea fácil. Por todo ese arduo trabajo y aún así conseguir
emocionar al espectador transmitiendo ese mensaje de tolerancia y superación,
el pequeño actor merece gran reconocimiento. Jamás se borrará de nuestra mente
su paso por la película “La habitación”. En esa película se dio a conocer al
mundo de forma definitiva y fue altamente aclamado, dando pistas de hasta donde
podían llegar sus dotes interpretativas. Actualmente es posible que Jacob
Tremblay sea uno de los actores más prometedores de todo el panorama artístico.
Esperemos que tenga suerte y siga trabajando a este nivel, no vaya a ser que le
pase lo que le ha pasado a la mayoría de las jóvenes promesas…
Es hora de hablar del mensaje que
la película intenta transmitir. Como ya se ha anunciado previamente, la
historia se centra en la tolerancia, la empatía y el respeto por uno mismo y
por los demás. Aparte de valores como el amor fraternal, la amistad o el amor,
que están presentes en varias de las subtramas que posee el filme. Nuestro
protagonista se enfrenta al reto de encajar en la sociedad pese a su particular
apariencia. Volvemos a tratar el tema de las apariencias y los prejuicios que
arrastramos constantemente. En la mayoría de los casos nos dejamos llevar por
lo que piensa el colectivo y en un primer momento rechazamos lo que es
diferente. Lo rechazamos sin conocerlo e ignorando que si lo conociésemos de
verdad posiblemente nos acabaría encantando. Es injusto lo que le pasa al pobre
Auggie, todo el mundo le rechaza, ignorando la gran personalidad y el gran
corazón que se esconde tras esas 27 operaciones. Una vez que el mundo le da una
oportunidad se muestra al mundo tal y como es. Aprendiendo a aceptarse a sí
mismo y ejerciendo en los demás el efecto contrario, el de respetar al que
tienes al lado, sin importar su apariencia, algo de lo que debemos tomar nota.
En cuanto a la dirección, el
guion o los aspectos técnicos, hay alguna cosa que destacar. La producción es
de gran calidad y la fotografía es impresionante. Gran belleza visual, gran
iluminación y hermosa estética. La única pega que se podría poner reside en el
guion y la dirección. En ciertos momentos, la historia se desvía de la trama
principal y el protagonista pasa a ser un mero personaje secundario. Se dan
demasiada importancia a las subtramas de la historia, pero lo bueno es que el
filme se cierra con perfecto broche final en el que, ahora sí, Auggie es el
verdadero protagonista, el verdadero héroe y el maestro que nos da a todos una
magistral lección de superación y tolerancia.
Sin duda alguna, esta película
merece una oportunidad obligatoria. El cine esta muy bien para pasar un rato
ameno y divertido, pero el cine tiene también el poder de educar. Se ha
convertido en una herramienta de comunicación de masas, capaz de influir en
mucha gente. En este caso, “Wonder”, transmite un mensaje muy importante del
que debemos tomar nota si queremos llegar a un mundo en el que prime la educación
y el respeto hacia los demás. Merece una oportunidad.
Y recuerda, no puedes pasar
desapercibido si naciste para destacar.
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