¿Por qué se mueren tan rápido las luciérnagas?

Toca hablar otra vez de animación y toca hablar otra vez del Studio Ghibli. Ya he dicho en anteriores ocasiones que a este género y a este estudio les tengo un cariño especial. Como todo niño he crecido viendo animación, pero sobre todo viendo animación de Hayao Miyazaki y del Studio Ghibli. Es típico que estas películas traten sobre increíbles aventuras de universos inventados, que sus personajes sean seres extraños y que todo sean risas y sorpresas. Sin embargo, a veces nos muestran historias un poco más duras de realidades que ocurrieron de verdad. Con ello tratan de educarnos y de transmitir ciertos valores que solo con ciertas imágenes pueden llegar al espectador. Hoy hablaremos de “La tumba de las luciérnagas”. Película ambientada en Japón, en la segunda guerra mundial, os podéis imaginar de que va a ir la cosa. Yo me emociono mucho con el cine, pero apenas lloro. Sin embargo, esta película ha estado a punto de hacerme llorar. Me parece que es una bellísima obra de arte, envuelta en un dramatismo difícil de olvidar. La trama, los personajes, los escenarios, el trasfondo y sus valores, todo esto encaja a la perfección en una de las mejores películas del estudio y me atrevería a decir que de toda la animación existente.

Nos ubicamos en Kōbe, una ciudad japonesa, durante la Segunda Guerra Mundial. Los bombardeos son cada vez más fuertes, todo parece un infierno. Seita, de catorce años, y su hermana Setsuko, de cinco, tratan de sobrevivir después de que su madre haya fallecido por culpa de la guerra. Ambos esperan, en casa de su tía, a su padre, un oficial de la Armada Imperial Japonesa. Pero no son bien recibidos y les tratan con desprecio. Ante esta situación deciden irse. Se resguardaran a las afueras de la ciudad, en el campo, en un pequeño refugio. Pero su situación no mejora, la comida empieza a escasear y su salud empeora. La desnutrición de la pequeña Setsuko es muy grave y lucha por sobrevivir. Su hermano Seita está desesperado. No saben lo que el futuro les deparará, tal vez les vaya mejor en otra vida. La guerra ha sido un infierno para muchos inocentes…

Tengo que hablar sí o sí de los dos protagonistas, los dos hermanos, Seita y Setsuko. La película tratará muchos temas, pero uno de los más importantes es el de la relación entre ellos dos. Es increíble el sacrificio que hace Seita, con solo catorce años. Se desvive primero para que su hermana sobreviva y sea feliz, y después ya se preocupa por sí mismo. Da mucha pena ver su situación y te das cuenta de quién es el que sufre de verdad las consecuencias de la guerra. Sin embargo, pese a todas las penurias que viven, tratan de ser felices porque están juntos, eso es lo verdaderamente importante. Da aún mucha más pena ver como acaban, nadie merece su destino. Me encanta la ternura de Setsuko. Una niña inocente y risueña que sin tener apenas nada y pese a todo el sufrimiento que está viviendo, es feliz. Todo el mundo se emociona al ver sufrir de esa manera a una niña que no le ha hecho mal a nadie. Es difícil de explicar que una película en la que se ve sufrir a dos niños inocentes sea tan buena. El dramatismo y la emoción son las claves de esta paradoja.

Es importante reflexionar sobre lo que supone una guerra. ¿Son necesarias? Yo creo que son conflictos de unos pocos dirigentes. Dudo que una nación entera quiera declarar la guerra a otro país. Los gobernantes son los culpables, lo hemos visto a lo largo de la historia. Pero el mayor delito es que usen a los civiles, reconvertidos en un ejército, para matar a otros civiles, todos inocentes de estas absurdas guerras. La película es un ejemplo claro de la crueldad que puede alcanzar un conflicto bélico. Miles y miles de inocentes son desplazados de sus hogares, otros tantos son masacrados y otros tantos se mueren de hambre. No hay ningún derecho a someter a una población a ese sufrimiento. En el filme vemos sufrir a todo el mundo, pero obviamente se centra en las consecuencias que sufren los niños. Desnutrición, enfermedades, falta de higiene, falta de educación y la privación de muchos derechos del ser humano. Está bien ver la película para pasar el rato, pero también hay que reflexionar acerca de todas estas consecuencias. Y lo que es más importante, ojala gobernantes y dirigentes reflexionen acera del sufrimiento que pueden causar a millones de inocentes mientras diseñan las guerras desde sus lujosos palacios.

¿Qué podemos aprender de esta película? Bueno, pues nuevamente vemos un montón de valores muy importantes y necesarios para esta sociedad. En primer lugar, y vuelvo a repetir, la guerra solo trae consecuencias malas y la mayoría de las veces las sufren los civiles inocentes. Por otro lado, es interesante ver esa fuerza de supervivencia que aflora sobre todo en Seita. Muy prematuramente tiene que convertirse en un hombre para que él y su hermana consigan sobrevivir. Es algo muy duro, ver a dos niños luchar por su vida, sin nadie que los ayude. Por último, quiero destacar un recurso que dota de dramatismo a la historia, pero que en la realidad debería ser al contrario. En alguna ocasión los dos hermanos son apartados de la sociedad y nadie les ayuda. En tiempos de guerra creo que la población debería estar más unida que nunca para que todo el mundo salga adelante.

Solo queda alabar nuevamente el trabajo de Studio Ghibli. Creo sinceramente que es uno de los mejores estudios de animación que existen. Admiro mucho a uno de sus fundadores, guionistas y directores,  Hayao Miyazaki. Pero quiero aclarar que este peli no es de Hayao, sino que su director y guionista es Isao Takahata, otro pionero de este estudio. Es una de las primeras películas de la productora y está basada en la novela bajo el mismo nombre, escrita por Akiyuki Nosaka, que recoge sus propias experiencias durante la guerra. Su calidad es increíble, su dibujo, sus colores, los escenarios, las atmosferas bélicas, la sensación de pobreza, el dramatismo y su plasticidad en general hacen de esta película una obra de arte.

Qué más puedo decir de esta película… Es una de las obligatorias dentro del universo del Studio Ghibli. Y aunque no fuese de este estudio la recomendaría igualmente. Una joya dramática con una historia brutal que, seguro, te hará llorar. Además dura poco y se hace ligera de ver, aunque creo que te quedas con ganas de haber visto más. Sigo esperando historias como esta y sigo esperando nuevas pelis de este estudio, porque sus valores son únicos y muy necesarios hoy en día.



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