¡Quiero jugar en este equipo!

Volvemos a comentar películas y volvemos a lo grande. Hoy comentaremos la película “Campeones” y lo hacemos con gran ilusión porque ha sido un filme que nos ha conmovido, nos ha enseñado y sobre todo nos ha hecho despertar. La historia que hay detrás de estos 124 minutos te hará reír, llorar y replantearte muchas cosas. Recomendable y necesaria para todo tipo de público y edad. Aún tenemos mucho que aprender y “Campeones” aporta su granito de arena para intentar formar un mundo mejor, un mundo más humano.

Marco Montes (Javier Gutiérrez) es un entrenador de baloncesto que se encuentra en un momento delicado. Le han despedido, tiene problemas con su vida personal y para colmo una jueza le ha condenado a trabajos comunitarios. Aprovechando que es entrenador de baloncesto tendrá que hacerse cargo de un equipo modesto del barrio. Para su sorpresa, los integrantes del equipo son personas con discapacidad intelectual. Al principio todo son problemas y malas caras, pero Marco aprenderá una gran lección de vida al trabajar al lado de personas tan únicas y tan increíbles.

Infinidad de valores pueblan la atmósfera narrativa de esta película. Empatía, superación, sacrificio y tolerancia son los más importantes y los que el filme trata de transmitir. Sin duda son necesarios en la sociedad en la que vivimos hoy en día porque parece que se nos está olvidado lo que significa ser humano. Respetar al que tenemos al lado, aunque tenga otras capacidades, todos somos iguales y nadie tiene el derecho de coartar la libertad de nadie. Pero, si tengo que destacar a algún personaje, me quedo con Marco Montes, interpretado por un gran Javier Gutiérrez Álvarez. Sorprendente, ¿no?, creíais que me quedaría con Collantes, con Marín o con Juanma, ¿verdad? Os diré por qué me quedo con este personaje. Es el que tiene un arco de transformación más dramático y es el que acaba aprendiendo a valorar a las personas que poseen distintas capacidades. Su equipo de baloncesto es quien le guía y le enseña. Es el espectador el que tiene que sentirse identificado con el entrenador y, por consiguiente, aprender a valorar a los demás, echando mano de la empatía y el respeto.

Hemos hablado del entrenador, pero ahora toca hablar un poco de la plantilla. Coincidiréis conmigo en que desde el primer momento sientes una conexión especial con todos los integrantes del equipo. Cada uno a su manera te hace sentir de una manera muy especial. Aprendes de todos ellos. Aprendes a ser feliz, a conformarte con lo que tienes. Aprendes a superarte a ti mismo, a luchar día a día. Logran convertirse en ejemplo a seguir para muchas personas, por su espíritu noble, honesto y humilde, siempre trabajando para hacer más fácil la vida del que tienen al lado. Por todo esto logran emocionarnos. A nivel actoral su trabajo es impresionante, tanto es así que el Goya al mejor actor revelación fue para Jesús Vidal (recomiendo ver su discurso en la ceremonia). Esta gente se merece todo y más, por convertirse en la cara visible de un colectivo al que a veces se le abandona y se le coartan las libertades. Mucho que aprender de toda esta gente dispuesta a darte su mejor sonrisa para hacer de el mundo un lugar mejor, ojalá aprendiéramos un poco de ellos.

Acabo de comentar que Jesús Vidal conquistó, de forma justa, el Goya al mejor actor revelación. Pero la cosa no quedó ahí. “Campeones” logró ganar el premio en otras dos candidaturas. La de mejor canción original y las más importante, la de mejor película. Todo un éxito. Ganar el Goya a la mejor película no es tarea fácil. Recordemos que los Goya es el festival de cine más importante de España, pocos tienen la posibilidad de alzarse con semejante premio. Creo que todos coincidimos que se merece este premio y muchos más. Por ser un ejemplo de vida, por emocionarnos a todos y por abrirnos un poquito los ojos.

Ojalá más películas así, que consigas despertar dentro de nosotros ese cambio de mentalidad. Ojalá mas películas que pueden emocionarnos. Ojalá el cine español siga sorprendiéndonos. Ojalá todos abramos un poco más los ojos. Ojalá seamos un poco más humanos. Ojalá dejemos a un lado los problemas y nos preocupemos por lo que de verdad importa. Ojalá dediquemos el tiempo a ser un poquito más felices.

Sin atisbo de duda esta película se merece que todo el mundo le diera una oportunidad porque tiene de todo. Te vas a reír a carcajadas, te vas a emocionar, vas a empatizar y vas a aprender cosas que de otro modo posiblemente no las aprenderías. Película para niños y mayores, muy necesaria para intentar cambiar para mejor el mundo en el que vivimos.



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