Un examen invisible
Todos sabemos lo que se siente al estar frene a un examen.
Todos hemos sentido esa presión, jugártelo todo a una última carta. Bueno pues
eso no es nada en comparación con la película de hoy, “Examen”. Thriller muy
interesante que nos muestra un extraño experimento que pone a prueba la
psicología y el comportamiento humano. Trama muy trabajada, con una historia en
la que los detalles son la clave para que encajen todas las piezas del extraño
rompecabezas en el que están inmersos los protagonistas. Te invito a descubrir
una película que juega con los límites del egoísmo y lo insólito. ¿Serás capaz
de adivinar la pregunta del examen y de responderla? No sé yo qué tarea es más complicada…
Ocho candidatos se enfrentan a una última prueba antes de
conseguir el trabajo de su vida. Esa prueba consiste en un examen. Tendrán
ochenta minutos para dar una respuesta a la pregunta que tienen delante de sus
narices. Lo curioso es que las hojas de sus pupitres están en blanco. Tienen
tres reglas, no pueden comunicarse con el exterior o con el guardia de
seguridad que les vigila, no pueden salir de la sala y no pueden estropear la
hoja. Ahora queda averiguar cómo se las arreglarán, primero, para descubrir
cuál es la pregunta del examen y, después, para saber contestarla. ¿Quién será
el que consiga el trabajo? El examen es más complicado de lo que parece, pero
más complicado es todo lo que hay detrás.
Viendo esta película recordé ciertos momentos de mi infancia
y de mi adolescencia. Recuerdo los exámenes del instituto y recuerdo que tenía
una presión enorme por aprobar cada examen y cada asignatura. Los compañeros lo
hablábamos entre nosotros y todos estábamos igual. Parece que como somos niños
no tenemos ninguna presión y no es así, mucha gente sufría por los estudios y a
día de hoy hay muchos niños sufriendo. Pero antes de nada vamos a dividir a los
estudiantes en dos. Por un lado los que pasan olímpicamente del tema y por otro
lado los que se toman en serio sus estudios, nos centraremos en estos últimos.
Ahora, viendo con otros ojos la educación secundaria, puedo asegurar que los
estudiantes están sometidos a mucha presión. Que sí, que es su obligación, pero
cada vez es más difícil o cada vez las generaciones son más vagas, una de dos.
Según he podido comparar mis años de estudiante con los estudiantes de hoy en
día, la complicación ha aumentado y la presión es cada vez mayor. La película
no difiere mucho de la realidad en este aspecto. La presión que sienten los aspirantes
puedo asegurar que la sufren muchos niños y adolescentes en colegios e
institutos.
Hablando del tema y trasfondo principal de la película,
vemos que es algo muy interesante de analizar. Vemos que no se trata de un
simple examen, sino de un experimento psicológico para averiguar cómo se
comportan los humanos sometidos a ciertas directrices. Tenemos un premio (el
trabajo de su vida), unos aspirantes, unas reglas y un límite de tiempo. Con
todo esto se quiere averiguar hasta donde es capaz de llegar el ser humano con
tal de alcanzar un objetivo individual. Para ello estudian las reglas para ver
qué posibilidades tienen. Pueden colaborar, desconfiar, pensar en grupo o
ayudarse, pero cuando el tiempo escasea y se acaban las posibles soluciones
empiezan a salir otras posibilidades. Pueden torturarse entre ellos, matarse
los unos a los otros, dejar morir a alguien o suicidarse. ¿Por qué? Supongo que
al estar sometidos a un espacio reducido, con un límite de tiempo y bajo la
presión de contestar con acierto a una pregunta, se distorsiona la realidad y
se cometen actos que escapan de la sensatez, perdiendo cualquier tipo de valor
y cualquier aspecto ético.
Vemos un montón de recursos narrativos que dotan de
singularidad y calidad a la película. Una de las cosas más importantes para que
una película tenga causalidad y sea una buena película es que se utilice de
forma adecuada el recurso del “sembrado-recogido”. Consiste en que en el primer
y segundo acto se muestren conflictos y detalles que se resuelvan en el tercer
acto, para que todo tenga un sentido y el espectador conecte con la película.
Los pequeños detalles, las subtramas, y las cosas que al principio no tienen
importancia son las cosas que dan singularidad a un filme. Por ejemplo, la pregunta
que tienen que averiguar, el cronómetro o las reglas del examen son detalles
aparentemente sin importancia, pero que al final resultan claves. Ciertas
frases también resultan claves para resolver el conflicto. Sin embargo, el mejor
detalle, en mi opinión, es el de mimetizar al jefe de la empresa como uno de
los aspirantes. Porque es de esas cosas que estás viendo durante toda la
película, pero no es hasta el final cuando te das cuenta. Cosas así despiertan
al público y llaman su atención.
Se nota que no es una película de Hollywood. Ya he explicado
otras veces en qué lo noto. Películas como esta, de poco presupuesto y escasa distribución
son en su mayoría películas muy interesantes. Te explican cosas diferentes.
Nuevas historias y nuevas ideas. Hay que apoyar a este tipo de cine y salirse
un poco de lo comercial porque de verdad merece mucho la pena.
Por último, lo de siempre… Recomendar la película. Es de
esas que te harán pensar. Te recomiendo que te sumerjas del todo en la historia
y seas un aspirante más que intenta descubrir cuál es la pregunta que hay que
contestar, te lo pasarás bien.
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