Buscando una tumba sin nombre

Uno de los géneros que menos me gustan es el del western. Me parece que es un cine muy complicado de ver, por lo menos para las generaciones jóvenes. Sabéis de qué pelis hablo. Estas antiguas, de vaqueros, caballos y tiroteos. Apenas he visto películas de este género, sin embargo, hay una que me enganchó desde el principio. “El bueno, el feo y el malo” me parece una obra sublime del western. No solo lo digo yo, la crítica la encumbra a la mejor película del cine del oeste. Y no es para menos, contando con uno de los actores más importantes del género, el incombustible Clint Eastwood. Una interesante historia y uno de los finales más recordados de la historia del cine, envueltos en una banda sonora que jamás se olvidará, hacen de esta película una verdadera obra maestra.

Nos encontramos en plena Guerra de Secesión Estadounidense, cuando un cazarrecompensas (Clint Eastwood) se junta con un ladrón de poca monta (Eli Wallach) para ir en busca de un tesoro escondido en una tumba de un lejano cementerio. Al mismo tiempo, un asesino a sueldo, reconvertido en Sargento del Norte y apodado “Sentencia” (Lee Van Cleef), se entera de la existencia de dicho tesoro y emprende su búsqueda. Los tres protagonistas vivirán reyertas de todo tipo, aventuras descabelladas y atravesarán un auténtico infierno para al fin encontrarse los tres frente a frente y pugnar por el ansiado tesoro.

Como ya he dicho en la introducción, no soy muy aficionado al cine western. Me parece que es un cine muy complicado de ver, sobre todo para mi generación. Hablo de las típicas películas del oeste de los años 40, 50 y 60, su edad de oro. Aquellas películas, por lo menos para mí, son muy difíciles de ver, por su calidad, sus tramas, su ritmo o su imagen. Sin embargo, y no sé por qué, esta película es diferente. Por algo está considerada una de las mejores del género. Sus personajes son muy carismáticos, algo clave para que el espectador conecte con la historia. Su trama es bastante inteligente e interesante. Tiene puntos muy dramáticos y vías de escape cómicas. En ciertos momentos se vive una excelente tensión que incide directamente en el público. Hay subtramas entre personajes que merecen mucho la pena. Muy inteligentes macguffins a lo largo de toda la peli hacen que el espectador recuerde con gusto la historia. Y una increíble banda sonora ameniza las casi tres horas de filme. Por todo esto y mucho más es una de las grandes películas del género. Además, si cuentas con alguien que se llama Clint Eastwood las posibilidades de éxito se disparan.

Es hora de analizar lo que supuso realmente esta película. Su historia es diferente a las demás. Posee un ritmo acorde a los acontecimientos. En todo momento prestas atención a la pantalla, algo que parece fácil, peo que en realidad es bastante complicado. Sitios web, revistas, críticos y cineastas incluyen a esta película dentro de las mejores que se han hecho en toda la historia del cine. Hasta el gran Quentin Tarantino la calificó como “la mejor película dirigida de todos los tiempos”. Piropazo de uno de los más grandes del cine. Hablando de Quentin, ha sido de los pocos que se ha atrevido con este género en estos tiempos. Posiblemente se viese influenciado por esta obra maestra de Sergio Leone, su director. Sin ninguna duda, esta película cambió por completo la historia del género western y supuso un punto de inflexión a la hora de dirigir cine.

Siempre me gusta hablar de las bandas sonoras de las películas, porque creo que son un elemento muy importante dentro del cine. Además, muchas de ellas son puro arte y siempre serán recordadas. En este caso me veo obligado. Una de las más imitadas, parodiadas y usadas en otros ámbitos es la de esta película. Sabemos de sobra que Ennio Morricone es un genio de los que ya no quedan. Sus composiciones perdurarán a lo largo de muchos muchos años. Sus melodías son tan icónicas que se han vuelto cultura general. Todos las tarareamos y muchos las imitan. Además, Ennio fue un verdadero innovador, porque para esta composición usó sonidos verdaderamente extraños. Silbidos, disparos y diferentes graznidos humanos complementan una extraña, pero a la vez hermosa composición. Una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos, compuesta por uno de los mejores compositores de todos los tiempos, nada más que decir.

Por último, vamos a revelar alguna curiosidad del filme. Primero de todo, decir que esta película forma parte de una trilogía de Sergio Leone, que incluye a las películas “Por un puñado de dólares” y “La muerte tenía un precio”. La trilogía se tituló “Man with no name” (El hombre sin nombre) ya que el nombre del protagonista (Clint Eastwood) no aparece en ninguna de las tres películas. Un dato curioso es que el poncho que lleva Clint Eastwood es el mismo que usó en toda la trilogía, y apenas le lavaba. El propio Eastwood confesó que odiaba los puros que Sergio Leone le hacía fumar durante la filmación. Fue rodada en España, en Almería, concretamente en el desierto de Tabernas. Al mítico actor de western, Charles Bronson, le ofrecieron varios papeles. Y por último, un dato que casi acaba en tragedia es que en la escena del tren, Eli Wallach estuvo a punto de ser decapitado. Aburrirse no se aburrieron.

Sé que mucha gente no es amante del western, pero creo que esta película merece una oportunidad. Es la joya del género, por su frescura, su historia y su banda sonora. Te prometo que no te defraudará.


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