Hoy “de tranquis”
Volvemos a tocar el tema de la comedia como un tipo de
películas que se han convertido en todo un clásico. Las típicas fiestas que
acaban generando un auténtico caos. Gente a la que nadie ha invitado, drogas
por todos lados y locuras difíciles de entender que acaban arruinando la vida de
alguien, o eso parece. Sin ninguna duda, una película puntera de este género es
“Project X”. Te quedarás boquiabierto con el desmadre que va sucediéndose
conforme avanza la fiesta. Además, los personajes principales te harán reír a
más no poder con un humor sarcástico y soez en la mayoría de casos. No soy
mucho de comedia, sin embargo, de vez en cuando está bien tratar estas
películas y descubrir si esconden alguna moraleja, por pequeña que sea.
Es el cumpleaños de Thomas (Thomas Mann) y junto a sus dos
mejores amigos, Costa (Oliver Cooper) y J.B. (Jonathan Daniel Brown) deciden
organizar una fiesta. Será en la casa de Thomas, ya que sus padres se ausentan
unos días. Su objetivo será convertir esa fiesta en algo épico para que sus
compañeros de instituto les respeten. La casa de Thomas se empieza a llenar de gente
y el descontrol empieza a ser visible. Thomas se preocupa por el estado de su
casa, pero acaba relajándose. Lo que no sabe es que le esperan locuras que
jamás olvidará. Por cierto, todo esto está siendo grabando para luego subirlo a
internet. Aunque, casi mejor que no haya pruebas de la que se está liando.
Este tipo de películas, de juergas interminables y fiestas
locas, se han convertido en algo típico en Hollywood. A veces, en torno a ellas
gira alguna subtrama de interés, que la hace más interesante, pero no es lo
normal. Solamente vemos a mucha gente desmadrándose en una fiesta que cada vez
se descontrola más y más. A todos nos gustaría estar en fiestas como esa. Sin
embargo, dudo que exista algo así, por lo menos en mi tierra son muy
diferentes. Utilizar una casa como escenario para montar una fiesta me parece
un error garrafal, nada bueno puede pasar en ella. Por otro lado, cuesta creer
que en apenas un par de horas se puedan organizar las juergas que acaban formándose,
es que es imposible.
Poniéndonos un poco más serios, los tres protagonistas
organizan la fiesta para ser respetados por sus compañeros. No digo que esté
mal, pero hay otros caminos. Obviamente este ejemplo es una exageración, pero
en el mundo real hay muchos jóvenes que hacen auténticas locuras para encajar
en algún grupo y ser popular. En vez de eso, la solución está en ser uno mismo
y encontrar a aquellas personas con tus mismos gustos y tus mismas
características sociales. De este tema hablé un poco más a fondo en la entrada
dedicada a la película “Nerve, un juego sin reglas”.
Una forma curiosa de grabar la película, prácticamente toda
ella, es el plano subjetivo que constantemente observamos. Un amigo suyo está
grabando la fiesta y es lo que ve el espectador. Creo que es un recurso muy
inteligente porque el espectador puede sentirse uno más. Te acerca muchísimo a
los personajes protagonistas, aunque no sean gran cosa… Creo recordar que
alguna película de este género está grabada también con esta técnica, incluso
películas de otros géneros, como el terror.
Cuando salió la película tuvo cierto éxito en taquilla,
recaudando más de 100 millones de dólares en todo el mundo. Sin embargo, las
críticas no fueron buenas con ella. Aun así, se estuvo rumoreando, y mucho, con
una posible secuela. Creo que a día de hoy todavía puede ser posible, pero no
sé yo si funcionaría una segunda parte. Al público le gusta, pero estirar una
historia tan vacía puede acabar en catástrofe, porque no hay mucho más que
contar. No la quiero comparar con ninguna saga o trilogía del mismo género por
si acaso.
Simplemente “Project X” es una película para pasar el rato,
sin un gran tema y sin una gran trama. Solo entretenimiento puro y duro, eso
sí, con un final medianamente decente. Recomendable para cuando no quieras
comerte mucho la cabeza. Quien sabe, quizá saques alguna que otra idea para
futuras reuniones de amigos.
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