Refugiado en una bañera
Si algo caracteriza a Will Smith es la facilidad que tiene
para emocionar al espectador. Buen ejemplo de ello es la película “Soy
leyenda”. La historia de supervivencia de este filme es de esas que dejan
huella. Tintes de ciencia ficción envuelven una narración que te hará pensar en
el devenir del futuro. Unos efectos especiales dignos de admirar y un
protagonista que se convierte en leyenda, justo en el clímax de la película,
hacen de esta historia una cinta fija en la filmografía de cualquier amante del
cine.
Un terrible virus sacudió al mundo y acabó con buena parte
de la humanidad. Mucha gente murió y mucha otra gente se convirtió en bestias
mutantes, sedientas de sangre y vulnerables a la luz del sol. Sin embargo,
Robert Neville (Will Smith) y su fiel compañera, Sam, han sobrevivido al ser
inmunes al virus. Ambos pasan los días buscando suministros por las solitarias
calles de Manhattan, enviando mensajes por radio por si alguien sigue vivo y
buscando una cura que frene a los terribles mutantes. Por las noches se
refugian en un discreto y preparado apartamento, rezando para que los
infectados no les descubran. Tras un desafortunado accidente, Robert está a
punto de ser devorado por los mutantes. Por suerte, en ese mismo instante aparece
Anna (Alice Braga), una nueva superviviente, que junto a su hijo logran
salvarle la vida. Anna y su hijo Ethan (Charlie Tahan) viajaban hacia una
supuesta colonia de supervivientes en Vermont. Robert, empeñado en que no queda
gente con vida, decide quedarse y seguir buscando una cura para el virus. La
cosa se complica cuando los infectados descubren el refugio de Robert. Se
desencadena una tremenda lucha entre los mutantes y los tres protagonistas. Pero al final, en
un acto heroico, Robert Neville se sacrifica y se convierte en leyenda por el
bien de la humanidad.
Todos admiramos a los héroes que llevamos viendo desde
pequeños. Spiderman, Batman o Superman se han convertido en superhéroes llenos
de músculos que combaten el crimen, cada vez, de manera más espectacular. Todo
eso está muy bien. La ciencia ficción ha conseguido grandes cosas. Sin embargo,
echo en falta más héroes reales como el de la película que comentamos hoy. El
personaje que interpreta Will Smith es un verdadero héroe, es un héroe real. Es
de esas personas a las que se debería admirar. En la película primero se
sacrifica por su familia, luego por la humanidad y al final por el futuro de la
raza humana. Hay que tener mucho coraje y mucha fuerza para luchar por una
causa que va más allá de los intereses personales. Lástima que solo sea una
película. Ejemplos como este hacen mucha falta en la vida real. Por desgracia
estamos más acostumbrados a ser testigos de la otra cara de la moneda. Violencia,
mentiras, estafas, muertes y un largo etcétera de aciagos actos. Hay muy pocos
héroes hoy en día y los únicos que vemos solo existen en las películas…
Me pongo en la piel de Robert Neville y se me ponen los
pelos de punta. Ya no solo por las interminables noches que debe pasar metido
en la bañera de su apartamento, escuchando con miedo los ruidos de los mutantes
que campan a sus anchas por las calles de Manhattan. Me refiero a la soledad.
¿Cómo se gestiona esa soledad? No debe de ser nada fácil. No poder comunicarte
con nadie, no poder relacionarte o no ver a ninguna persona debe de ser una
tortura. Creo que su única esperanza está en el exterior. Sueña con la posibilidad de que más allá de la
isla haya más gente. Pero ese desconcierto también tiene que ser desgarrador.
Su única compañía es su perra Sam. Con ella habla y convive. Es su único apoyo.
Por eso no pude evitar emocionarme al ver la escena en la que se separan. No
diré cómo transcurre, eso es tarea vuestra. Por otro lado, catalogaría de locura
su relación con los maniquíes, pero en su situación cualquiera de nosotros
buscaría la más mínima presencia humana para no sentirnos solos.
Estoy completamente a favor de que la medicina avance y se
investiguen las enfermedades. Sin embargo, muchas veces nos pasamos de la raya.
Aunque, por otra parte, cuando se descubre una cura que podría salvar a
millones de personas se frena la investigación. Con esto me refiero a que, a
veces, nos creemos más inteligentes que la propia naturaleza. Muchos de los
problemas que atravesamos hoy en día son causa nuestra y tratamos de ponerles
solución. A veces lo conseguimos y a veces empeoramos la situación. En la
película se trató de curar el cáncer y se
exterminó a casi toda la humanidad. Empresas y Estados deberían de ser
más cautos porque cuando se trata de solventar un problema mundial, también
puede ser que las consecuencias sean fatales para millones de inocentes. Vuelvo
a decir que estoy a favor de la investigación médica, pero siempre dentro de
unos límites que no pongan en peligro a miles o millones de personas.
Cuando se comprobó el éxito del filme se empezó a
rumorear con una posible continuación de la historia. Sinceramente un “Soy
leyenda 2” sería casi imposible debido al final de la película. Lo que si me
cuadraría más sería una precuela en la que explicasen cómo el virus empezó a
exterminar a los humanos y cómo convertía a la gente en vampiros. Porque en realidad
los mutantes son vampiros. No les puede dar el sol y beben sangre… Vampiros de
toda la vida.
Empecé a ver esta película con algún que otro prejuicio y
con unas marcadas expectativas. Pero tengo que decir que me sorprendió
bastante. Pensaba que iba a ser la típica historia de zombies y musculitos,
llena de acción y efectos especiales. Me equivoqué. Existe un bonito trasfondo
y una historia llena de motivación. Por supuesto he de decir que Will
Smith contribuye a dotar de éxito a la película. Muy recomendable si quieres
emocionarte un poco y quieres pensar en las consecuencias que algún día tendrán
tus actos.
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