¿Hay algo más allá de la claraboya?
Imagina que naces, te meten en una habitación no más grande
que tu cuarto y no te dejan salir en siete años. Sin que te dé el sol, sin que
te dé el aire, sin saber que hay un mundo más allá de esa habitación y que está
habitado por mucha otra gente. Pues bien, de eso va la película La habitación.
He de decir una cosa, y es que de esta película tenía muy
pocas expectativas, pensaba que era la típica película de un domingo a la hora
de la siesta. BENDITA IGNORANCIA!!! Como siempre digo, y repetiré hasta la
saciedad, toda película tiene algo bueno. Y en este caso me parece que este es
un filme algo infravalorado, ya que la historia que encontramos pone los pelos
de punta gracias a ciertas pinceladas dramáticas dadas en momentos clave que de
verdad emocionan. Os hablo de esas películas que, en un determinado momento de
la historia, te llegan muy dentro y consiguen emocionarte. Se te corta la
respiración y apuras esa lagrimilla que intenta salir. La habitación consigue
todo eso.
Una madre y su hijo viven encerrados en una pequeña
habitación, sin poder salir. ¿Por qué? Hace siete años, Joy Newsome, también
conocida como Ma, una de nuestras protagonistas, es secuestrada y encerrada un
una caseta. Allí es violada por su secuestrador y da a luz a su hijo fruto de
esas sucesivas violaciones. Jack, el pequeño que vive preso en esa habitación
sin ventanas, cree que lo que hay más allá de la claraboya que hay en el techo
de la habitación es el espacio exterior. El pequeño cree que solo existen él,
su madre y el “viejo Nick” (el secuestrador). Todo lo que ve por la tele,
personas, animales, plantas, mares y océanos, todo es inventado por la tele.
Fruto de la desesperación y de la falta de libertad, Ma intenta explicarle a
Jack cual es la verdadera realidad. Esto supone un shock en Jack porque no
puede imaginarse un mundo que jamás ha conocido. Sin embargo, gracias a la
astucia de la madre, logra que su hijo escape de la habitación y avise a la
policía, quien logra detener al violador y liberar después de siete años a Joy.
Tanto la madre como su hijo se funden en un sincero abrazo que simboliza que
empiezan una nueva vida. Poco a poco Jack va acostumbrándose al mundo que le
rodea, siempre junto a su madre que empieza a agobiarse debido a que no acaba
de volver a acostumbrarse a lo que era su antigua vida. Sumida en una profunda
depresión intenta quitarse la vida, pero el amor que siente hacia su hijo hace
que se dé cuenta que ahora más que nunca tiene un motivo para vivir.
Todavía intento ponerme en la piel de Jack, pero es
imposible. No puedo imaginar cómo sería mi vida en una pequeña habitación sin
saber que hay un mundo esperándote. Evidentemente la falta de libertad que
sufren los dos protagonistas hace que pierda un poquito más la fe en la raza
humana. ¿Qué ser puede privar de libertad a una mujer y condenar a un niño a
vivir en una mentira?
Uno de los momentos claves de la película es el abrazo entre
la madre y el hijo cuando consiguen salir del zulo en el que estaban presos. Es
una escena que logra calar en el interior de uno mismo. Logra que te des cuenta
de la suerte que tenemos al vivir en este mundo con plena libertad, aunque este
mundo sea cada vez peor.
Un drama que con un buen ritmo de los acontecimientos logra
que no quites los ojos de la pantalla. Repleta de emocionantes detalles,
metáforas e ideas que logran hacerte pensar acerca de cómo valoras tu vida. Es
una película para ver más de una vez si quieres emocionarte y reflexionar
acerca de todo lo que tienes en tu vida, porque el mundo se ve mejor a través
de tus propios ojos y no a través de una simple claraboya…
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