Crítica a la película “Historia de un matrimonio”

 A veces me abruma el poder que tiene el cine. Yo aprendo, reflexiono, me paro a pensar y me doy cuenta de muchas cosas. Me hace despertar, me hace actuar y sobre todo me hace disfrutar. Historia de un matrimonio (2019) es una película que hace honor a su título y nos transporta a una atmósfera de sufrimiento, llanto y verdad. Nos aporta una dosis de realidad muy cruda, quizá para que aprendamos a cuidar aquello que merece la pena y para que valoremos lo que de verdad importa. Emociones a flor de piel y una historia muy bien pensada, que sabe aprovechar al máximo sus recursos.

El matrimonio entre Charlie y Nicole se apaga, entre una dura y sucia guerra de abogados. El divorcio es algo difícil de superar y ambos sufrirán el dolor de unos sentimientos machacados tras años de silencio e infelicidad. Problemas económicos, familiares, custodias, hogares rotos y las lágrimas de dos personas que se amaban, pero que no supieron cuidar su matrimonio. Duro y cruel reflejo de una realidad presente hoy en día. Un viaje de emociones y nudos en la garganta.

Nos encontramos ante una película muy bien hecha. Me ha encantado el guion y los recursos con los que juega. La lista que define la personalidad de cada personaje se ve a lo largo de la película en pequeños detalles. El mac guffin final es lo que al final conecta todo y es un elemento muy astuto en la narración. Hay un buen ritmo durante todo el metraje y, como he comentado, la narración es muy inteligente. La fotografía es otro aspecto que me ha encantado. Imágenes muy interesantes y sugerentes. Los colores, las luces, los planos, elementos bellísimos que le aportan mucho sentido al filme. Todo esto consigue crear algo que despierta el interés y crece según avanzan los minutos.

Hay que comentar las actuaciones sí o sí. Cada vez que Laura Dern aparece en pantalla se hace dueña de toda nuestra atención. Su personaje es claro y directo, una abogada segura de sí misma y llena de vitalidad. Automáticamente se lleva todas las miradas por su fuerza en escena y por su discurso que se adelanta a todo. Ray Liotta, el otro abogado, también tiene una actuación impecable, llena de fuerza. Estaba esperando que ambos compartieran escena para ver quién ganaba. Viendo el juicio y escuchando los argumentos y cómo ambos se peleaban con la palabra gana por muy poco Laura Dern, pero por su encanto. En serio, estos dos papeles secundarios son una auténtica pasada. Pero hablando de los personajes principales, encarnados por Scarlett Johansson y Adam Driver, te dejan sin palabras. Ambos con una personalidad muy singular se complementan muy bien en pantalla. Sus gestos, sus manías o sus anhelos enganchan rápidamente al público. Su sufrimiento y su comportamiento provocan sensaciones muy dispares. Sus lágrimas son muy convincentes y la relación entre ambos refleja una realidad de la que mucha gente debería aprender. ¿Con quién me quedo de los dos? Quizá con Scarlett Johansson por ser más emocional. No quiero olvidarme de la escena en la que la pareja habla sobre el divorcio en la casa de Charlie, brutal y emocionante. Sinceramente me gustaron mucho las interpretaciones de la película porque había verdad en ellas.

Para mi hay un mensaje muy claro en la película. A parte de las interpretaciones que cada uno quiera darle al final, al proceso de divorcio o a cualquier otro aspecto de la película yo creo que el respeto y el amor son clave en el filme. Creo que todo el problema del divorcio, el dolor que sienten los personajes al hablar, al expresar lo que sienten viene dado por un problema del pasado. Dos personas pueden enamorarse, pero con eso no basta. Hay que apoyarse cada día, preocuparse por lo que la otra persona quiere, darle lo que necesite. Cuidar ese amor y ese respeto es la clave para poder compartir la vida con una persona.

Película que recomiendo a todo el mundo porque enseña un gran mensaje. Actuaciones impresionantes e imágenes preciosas. Historia dura y muy emocional. Sátira perfecta sobre los valores humanos y sobre cómo debemos cuidar a quien de verdad amamos.