Buscando felicidad y persiguiendo sueños
La película de hoy es de esas que son obligatorias, de esas
que sale una cada mucho tiempo. “En busca de la felicidad” es una obra maestra
de cine dramático y motivacional. Personalmente me encanta este género y sus
historias son tan profundas que hacen que me emocione, disfrute y empatice con
sus personajes. Una de las claves del triunfo de la película ha sido la
conexión entre sus dos protagonistas, Chris y Christopher Gardner. Lo curioso
es que eran padre e hijo también en la vida real, Will Smith y su hijo Jaden
Smith nos sorprendieron a todos con su primera película juntos. Además, cabe
destacar que la película está basada en una historia real, la historia de Chris
Gardner, que gracias a sus memorias conocimos como llegó a conseguir la tan
buscada felicidad.
Chris Gardner (Will Smith) es un padre de familia que lucha
día a día para tratar de mantener a su mujer y a su hijo. Chris realiza una
fuerte inversión en un nuevo aparato médico que trata de vender a los médicos
de su ciudad y alrededores. Sin embargo, resulta que sus planes no salen como
él pensaba y Chris pierde toda su inversión, llevando a la quiebra absoluta a
su familia. Su mujer, Linda, pierde la paciencia y abandona a Chris para
mudarse a Nueva York. Pero el que de verdad sufre todo este dolor es su hijo,
Christopher (Jaden Smith), quien se queda con su padre en San Francisco. Padre
e hijo pasan las penurias de un hombre acabado y sin dinero que vive rozando la
inmundicia. Por casualidades del destino a Chris se le ofrece un puesto de
corredor de bolsa, pero primero tiene que superar a otros 19 competidores que
pugnan también para ese puesto. Chris solo quiere que su hijo no pase más
calamidades y se esfuerza al máximo para conseguir ese puesto. Su trabajo se ve
recompensado al conseguir ese importante puesto y su vida y la de su hijo
comienza a encauzarse, no sin antes aprender serias lecciones de vida
necesarias para sobrevivir en este mundo.
La historia de un padre y un hijo luchando por sobrevivir y
alcanzar la felicidad es algo que te hace reflexionar. Esta película es un
claro ejemplo de superación y un espejo donde mirarse. Tanto padre, como hijo,
Chris y Christopher (Will y Jaden Smith), consiguen emocionarnos durante toda
la película, tanto en los buenos como en los malos momentos. Las lágrimas de
Chris ocultando la dura realidad a su inocente hijo es un momento desgarrador
que te pone la piel de gallina, por nombrar una de tantas escenas de este
calibre. Es impresionante la fortaleza mental de Chris, consigue asumir su
situación personal, familiar y profesional con una entereza admirable. Simplemente Chris es un ejemplo de persona, de las que escasean hoy en día. Su
bondad, honestidad y su gran corazón le avalan.
Un tema recurrente en las películas que tratamos en este
blog es el sentimiento motivacional, la lucha por los sueños y la importancia
de no rendirse. Y sinceramente es algo precioso que nunca está de menos
recordar. Will Smith nos recuerda, por medio de la historia de Chris Gardner,
que para poder triunfar lo único que sirve es el trabajo duro y constante. Para
lograrlo lo más importante es no rendirse jamás pese a todas las adversidades
que se interpongan en el camino. Sé que es muy difícil llevar a la práctica una
historia de Hollywood como esta, pero sigo pensando que al ser una historia real todo es posible. Si
cada uno de nosotros luchamos con todas nuestras fuerzas por un sueño
acabaremos lográndolo.
Si hay una escena que tengo que reseñar es en la que padre e
hijo se encuentran en una cacha de basket callejera “echando unas canastas”. En
dicha escena Christopher sueña con convertirse en jugador profesional, sin
embargo, su padre le replica y le dice que se olvide de esas tonterías. Chris se
da cuenta de que ha hecho daño a su hijo y recapacita con la siguiente frase:
“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si
tienes un sueño tienes que protegerlo. (…) ¿Quieres algo? Ve a por ello y
punto.” Esta frase es una de las frases del cine que se me ha quedado grabada
en la cabeza. Es una de las grandes reflexiones de la película y una de las
ideas más importantes que debemos sacar de ella.
Un detalle impresionante es el cameo que hace el propio
Chris Gardner al final de la película. El hombre que sufrió de verdad todas las
penurias que se relatan en el filme, se cruza con su personaje cuando éste ya
ha superado todas las adversidades. Cuando me enteré de esta sutileza y volví a
repasar la escena se me pusieron los pelos como escarpias. Es como si el Chris
Gardner del futuro se cruzara con su yo del pasado para decirle que confíe en
sí mismo y no se rinda porque con empeño conseguirá sus metas. El clímax se
produce cuando Chris se gira como si conociese a ese hombre, su yo del futuro.
Este párrafo casi que me le puedo ir ahorrando, porque voy a
decir lo de siempre, TENÉIS QUE VER ESTA
PELÍCULA!!! Sé que siempre lo digo, pero de verdad que esta película merece
mucho la pena. Soy un poco reacio a ver las películas que me recomienda la
gente porque creo que cada uno debe ir descubriendo el cine poco a poco, pero
me pintaron tan bien esta película que tuve que verla a la fuerza. El resultado
fue increíble porque es una película a la que tengo mucho cariño y saco grandes
ideas y valores de ella.
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